viernes, 21 de septiembre de 2012

Hay mucho en juego (II)





En el año 1957, después de observarse los efectos negativos de la 2ª Guerra Mundial (en términos económicos y políticos), se empezó la construcción europea mediante la firma del Tratado De Roma. En ese Tratado, seis países europeos (Alemania Occidental, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Francia e Italia) se comprometieron a avanzar en la cooperación económica, política y social en el marco de la Comunidad Económica Europea.

Han pasado muchos años desde entonces en los que se ha profundizado en el proceso de integración europeo mediante relevantes hitos:

- Creación de la Unión Europea (Maastrich 1986). Adhesión de España y Portugal. Las novedades más importantes introducidas en Maastrich fueron:

  • Libre circulación de personas
  • Libre circulación de capitales
  • Establecimiento de una Unión Económica y Monetaria para los países que lograsen cumplir con unos programas de convergencia económica, con divisa única y un banco central europeo
  • Establecimiento de una política exterior y de seguridad común
  • Desarrollo de una estrecha cooperación: en el ámbito de la justicia y de los asuntos interiores
  • Principio de subsidiariedad: la Comunidad puede intervenir cuando y sólo en la medida en que los Estados miembros no pueden alcanzar sus objetivos de forma plena

- Se señalaron en los programas de convergencia económica una serie de objetivos para cada uno de los países, que las autoridades europeas siguen teniendo en mente en la actualidad para evaluar la situación diferencial de cada país (donde está y donde debería estar) : 

1. Tasa de inflación no podía superar en más de un punto y medio del promedio mínimo de la inflación de los tres países con menor inflación

2. Tipo de interés nominal a largo plazo de la deuda pública no podía sobrepasar más de 2 puntos el promedio de los tres países con un interés más bajo

3. Déficit Público (Gobierno Central y Gobiernos Locales) no podía superior al 3 % del PIB

4. Deuda Pública no podía sobrepasar el 60 % del Producto Nacional.


- En 1999 once países europeos entraron a formar parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM)

- En 1996 se firmó el Pacto de la Estabilidad y de Crecimiento para facilitar y mantener la la Unión Económica y Monetaria (UEM) a través de varias medidas entre las que se incluía que el Déficit Público (Gobierno Central y Gobiernos Locales) no podía superior al 3 % del PIB y que la Deuda Pública nacional no podía sobrepasar el 60 % del Producto Nacional. Lamentablemente en 2003 y 2004 los países relajaron su compromiso en el objetivo fijado, uno de los orígenes de la actual crisis de deuda pública.


Así pues, para llegar a tener una Unión Económica y Monetaria de iure debieron pasar 29 años y para tenerla de facto pasaron otros 13 años.

La reciente crisis de la Eurozona ha puesto de manifiesto carencias de la UEM actual y la necesidad de acometer reformas de calado.

Es por ello que estamos entrando en un nuevo hito en la construcción europea: se requiere de un nuevo Tratado que sume a la UEM la Unión Política, la Unión Fiscal y la Unión Bancaria. Este hito no es uno más evidentemente. Requiere de muchos acuerdos y supone la culminación del proyecto europeo. Además supone la cesión de soberanía, competencias,… de los Estados Miembros a la UEM, lo cual lo hace extremadamente más complicado. 

Además este cambio se debe realizar en un momento extremadamente difícil, de decrecimiento económico y elevado desempleo para numerosos países de la Unión, y con unas cuentas públicas y deuda que no pasan por su mejor momento.

Estos factores (cesión de soberanía, situación económica y cuentas públicas actuales) dificultan las negociaciones, llegar a consensos y tomar decisiones de alcance.

También son ciertas además dos cosas:

-        Que se echa en falta liderazgo político y voluntad para avanzar lo más rápido que sea posible y confianza entre las partes

-         No parece sensato pedir prisas en la elaboración de este nuevo hito, toda vez que los acuerdos precedentes tardaron muchísimos años y que este cambio todavía es mucho más profundo y ambicioso que el anterior, con lo que será difícil llegar a acuerdos con celeridad.


Así pues, tanto la dificultad de consecución de este hito como el empeoramiento de los indicadores adelantados de actividad de todo el mundo (que pronosticaban una traslación del mal momento económico de la Eurozona a todo el mundo), han conllevado que las autoridades monetarias de los más importantes bancos centrales globales (USA, China y Japón) hayan tenido que inyectar liquidez en la economía en apoyo de la actividad económica. 

Al mismo tiempo, dentro de lo que se podría suponer una acción coordinada, el BCE ha trasladado su intención de compra de deuda soberana para relajar los tipos de interés que deben pagar los países periféricos. La única diferencia observada con los anteriores bancos centrales es que drenará la liquidez generada para seguir controlando su objetivo de inflación.

Estas acciones de los Bancos Centrales supone la compra de más tiempo y tranquilidad para efectuar las reformas y cambios que sean precisos.

En el caso de España, numerosas veces el BCE ha manifestado que para ayudar a la relajación de los tipos de interés mediante compra de deuda soberana era necesaria la petición de rescate (o como se le quiera llamar). Parece que esta petición puede estar condicionada al compromiso de realización de una serie de reformas estructurales (a realizar cuando se considere oportuno).

Esta petición de rescate (y compromiso de realización de una serie de reformas estructurales) podría conllevar varias cosas:

-       Relajación de las primas de riesgo

-      Mejoras en las condiciones de financiación de los países periféricos, tanto de la actividad pública como privada, con lo que la actividad económica en estos países podría aumentar por este efecto

-        Obligación de efectuar reformas estructurales que a corto plazo podrían tener efectos negativos  en la actividad económica pero que sería de esperar que a largo plazo fuesen beneficiosas

-         Mayor confianza entre países, dirigentes y gobernantes europeos. La confianza se fundamenta en compromisos, cumplimiento de los compromisos, hechos en definitiva.

Asimismo podría crear las condiciones para:

-      Posible relajación del objetivo de inflación por parte del BCE (y de Alemania) para permitir un mayor crecimiento económico en la Eurozona y corregir los desequilibrios nacionales existentes.

-      Posible creación de un Plan de Crecimiento Económico, del cual en el pasado se ha hablado pero que todavía no se ha concretado nada.

Todas estas medidas contribuirían a relajar condiciones y presiones de calendario y así las autoridades europeas tendrían suficiente tranquilidad y tiempo para poder tratar y negociar el nuevo tratado. 


Según mi opinión, el pensar que el hito al que se enfrenta a Europa es muy difícil de conseguir o que los tiempos que corren no son nada buenos para realizar estos cambios tan profundos, no debería servir como excusa para realizar todos los pasos de la forma más rápida que sea posible. 

¿Porqué se deben realizar de forma rápida? Por tres razones: 

- Cada vez que se retrasan las decisiones, el proceso cada vez es más caro (en forma de primas de riesgo y costes de financiación) 

- Cada vez requiere de más medidas (medidas no ortodoxas como aumento de la liquidez, compra deuda,...) que cada vez tienen una menor efectividad, menor duración de sus efectos y mayor coste acumulado 

- Este aumento de la liquidez mundial de forma reiterada está aumentando el riesgo de inflación en recursos naturales, alimentos,... en cuanto se recupere la actividad económica, con lo cual cada vez va aumentando la posible virulencia de la siguiente crisis que pueda venir. Con la gravedad que ésta crisis podría ser de incapacidad de compra en bienes necesarios de consumo básico, al ser sus precios demasiado elevados con respecto al poder de compra de los ciudadanos. Grave, no, gravísimo.

Es necesario pues que se empiecen a tomar decisiones en la mayor brevedad posible, ya sean a nivel nacional (por ejemplo en España con la petición del rescate) como a nivel internacional.

En España, con todos los respetos, parece increíble que haya quien crea que se está parando todo este proceso global por unas elecciones en Galicia, en las que incluso el PP puede obtener un resultado mediocre. Sinceramente, no me parece posible que sea esa la razón, sería demasiada irresponsabilidad y manifestaría una incapacidad sencillamente intolerable.  

Por favor, tomen las decisiones YA. 

HAY MUCHO EN JUEGO.



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