lunes, 27 de agosto de 2012

Alemania incumple con los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento





El Tratado de Maastrich firmado en 1992 constituyó un paso crucial en el proceso de integración europeo. En él se estableció, entre otras cosas, la Unión económica y monetaria que no era más que la culminación del proceso de convergencia de las políticas económicas de los diferentes estados miembros. 


Se determinaron las siguientes condiciones de convergencia:


- Tasa de inflación no mayor de un 1.5% respecto a la media de los tres estados de la Eurozona con menor inflación (excluyendo los que sufren deflación)

- Déficit Presupuestario de todas las administraciones públicas no superior al 3% del PIB 

- Deuda Pública no superior al 60% del PIB

- El tipo de interés nominal a largo plazo no superior en un 2% a la media de los tres estados con menores tasas de inflación


Posteriormente, en 1997, se adoptó el Pacto de la Estabilidad y de Crecimiento para asegurarse, después de la entrada del euro, la continuación de la misma disciplina fiscal que se había establecido entre los países candidatos a su entrada en el euro.


El objetivo básico era garantizar una gestión sana de la Hacienda Pública en la zona euro, con el fin de evitar que una política fiscal laxa de un Estado miembro penalizase a los otros a través de los tipos de interés y así dar confianza a la estabilidad económica de esta zona. El objetivo del Pacto era garantizar una convergencia sostenida y duradera de las economías de los Estados miembros de la zona del euro.


Ahora bien, la reciente crisis de 2012 ha puesto de relieve un factor que hasta ahora no se había observado: la aversión al riesgo. En la práctica, ésta ha originado una gran disparidad en las primas de riesgo de las economías europeas y contravenido el objetivo último del Pacto de Estabilidad u Crecimiento de la siguiente forma:


- Las políticas laxas de algunos países miembro NO han penalizado la financiación y confianza de algunos países (beneficio claro para los países como Alemania cuyas economías generan mayor confianza en forma de financiación de su economía en mejores condiciones) y  han penalizado a los que las han hecho.


- Ha provocado un empeoramiento de la estabilidad económica de la Eurozonatodas las economías sufren o empiezan a sufrir los impactos de la crisis (menos los países que están en situación económica mejor)


- NO se ha garantizado la convergencia sostenida y duradera de los Estados Miembros. Más bien, lo contrario.




El poder de negociación de los países europeos más fuertes de hoy  y su lentitud en la toma de decisiones ha provocado que el crecimiento y la estabilidad de Europa se haya visto dañado/a.


Es comprensible que estos países deseen que los cimientos del proyecto europeo sean sólidos y demanden un nuevo Tratado. Lo que no parece lógico es que no compren tiempo para poderlo realizar,INCUMPLIÉNDOSE hoy los objetivos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Esta compra de tiempo puede ser ya sea mediante unos menores diferenciales de financiación como a través de compras en mercado primario del Fondo de Rescate Europeo y del BCE en el secundario.


En el nuevo Tratado, obviamente existen muchos temas a incluir:


- Unión Política: Estructura Federal con dos Cámaras, un Consejo que represente a los Estados y el Parlamento a los ciudadanos, junto con una Comisión Europea (CE) que sea el auténtico Gobierno de la Unión (el presidente de la CE elegido por sufragio universal)


- Unión Fiscal: En el marco de este o un nuevo PEC, se deberían decidir diferentes procedimientos y casuísticas aplicables a lo sucedido en la práctica en los últimos años. En concreto, establecer criterios relativos máximos y mínimos, que regulen tanto las políticas laxas como el aumento de la divergencia de las diferentes economías (excesivo superávit nacional relativo de capital -quizás revirtiendo hacia los que tienen déficit-, diferencias en los tipos de interés nominales nacionales a largo plazo no superior a las diferencias de competitividad existentes,…). También se deben establecer instrumentos de deuda conjuntos de la UEM (hasta el 60% del PIB, resto riesgo nación para fomentar que esta cifra se aproxime lo máximo posible al nivel sostenible en el largo plazo del 60%). Es necesaria la existencia de un control férreo a los países miembro para el cumplimiento de los criterios relativos máximos y mínimos por parte del Gobierno de la Unión (CE) y de procedimientos de salida en caso de vulneración de unos u otros criterios. Ya sea por políticas laxas como por excesos derivados del poder de negociación mayor de los países europeos más fuertes (los países más fuertes de hoy, no tienen porque ser los de mañana, o sí)


- Unión Monetaria: Si bien ya existe esta Unión Monetaria, se debería demandar que el BCE considere como objetivo tanto el control de la inflación como un crecimiento sostenible en el largo plazo en función de las casuísticas existentes en cada momento.  


- Unión Bancaria: Con un único supervisor bancario y su procedimiento de actuación junto con un Fondo Monetario Europeo que asuma las funciones del fondo de rescate europeo y que emita en un primer momento obligaciones europeas conjuntas hasta un determinado límite.



Este Tratado quizás puede dar pie a que existan países que se planteen una necesidad de refrendo electoral. Si fuese así, ello significaría un riesgo de inestabilidad política y económica relevante.


Todo y ser así, considero que no tiene nada de malo dar la palabra al pueblo puesto que, según mi punto de vista, el proyecto europeo sólo existirá cuando así lo quieran sus ciudadanos. Y además facilitará no sólo el inicio de la consciencia nacional europea como la toma de decisiones por parte de todos los dirigentes nacionales, principal escollo actual de la política europea.  



jueves, 23 de agosto de 2012

El repago de la deuda española: una cuestión de confianza.





En cualquier refinanciación que se realiza, el objetivo básico es que el deudor pueda llegar a pagar sus deudas.

Para ello, los acreedores suelen dar facilidades crediticias adicionales a las ya existentes. Éstas pueden llegar a ser: mayores plazos de pago de la deuda, menores intereses y carga financiera e incluso en algunos casos una mayor aportación de dinero para dar “aire” en el corto/medio plazo al deudor para que pueda repagar TODO en el largo plazo mediante su generación de recursos.

Las refinanciaciones son concedidas únicamente en el caso de que los acreedores creen que el deudor puede llegar a pagar. Sino no. Así de sencillo.

Y para que el deudor pueda repagar es necesario que pueda generar los ingresos necesarios para ello.

Pues bien, el otro día me preguntaba un amigo que trabaja en banca:

¿Cómo esperan los países del Norte de Europa que España pueda repagar sus deudas, si, con las políticas de austeridad, la generación de recursos es menor y además la factura cada vez es mayor (nuestras deudas no disminuyen apenas y va aumentando nuestra carga financiera al comprar los bancos deuda pública y BCE financiar por ello a bancos, sumando intereses cada vez-)?

Según mi opinión, para que España pueda devolver lo prestado es completamente necesario:

-   Declarar completamente el importe del coste del desaguisado (banco malo-inyecciones de capital necesarias). Objetivo: generación de confianza y reducción de la factura (cualquier parche es más caro)  

-   Que se recapitalicen directamente con capital público las entidades financieras para cumplir con los requisitos de capital de Basilea III. Objetivo: estabilizar el sistema financiero.  

-   Que NO se recapitalicen con deuda pública y NO utilización de ésta como colateral ante el BCE para no aumentar ni costes financieros ni apalancamiento del sistema. Objetivo: NO hacer la factura más grande

-   Resolver el problema creado mediante la “brillante” idea de que bancos compren deuda pública con la asistencia del BCE, que sólo ha hecho aumentar los costes financieros y la interdependencia del Estado y la banca española. Objetivo: reducir la factura

-   Que los accionistas y acreedores de las entidades financieras asuman el coste mediante la dilución correspondiente. Objetivo: reducir la factura pública

-   Alargar plazos de repago. Objetivo: facilitar el repago con la generación de recursos de más años

-   Renegociar tipos de interés. Objetivo: reducir la factura 

-   Atemperar en el tiempo las reformas y políticas de oferta, con el objetivo de reactivar el consumo interno, clave para el mantenimiento del PIB (es difícil que la inversión y el gasto público crezca en períodos de desapalancamiento o que también lo haga mucho la exportación con el tejido empresarial actual vía devaluación competitiva con disminución de los salarios nominales). Objetivo: generación de recursos mayor

-   Introducir planes europeos de estímulo de actividades (energías renovables en red, internet, turismo, ley de emprendedores,favorecer el cambio las pymes,...), adoptando para España otro tipo de patrón de crecimiento (desligado del ladrillo) y consecuente con las estrategias de crecimiento europeo a largo plazo. Objetivo: generación de recursos sostenible mayor


Tenemos que ser conscientes de que cualquier atajo o parche hasta el momento ha ido peor y que no parece que ocultar la realidad haya servido o vaya a servir para nada. Al revés, nos ha ido en contra.

Por otra parte, creo que deberíamos hacer valer que los esfuerzos que ha hecho España hasta el momento han sido MUY elevados.

Seguramente, Europa todavía no lo puede percibir ya que la mayor parte de las medidas tomadas tienen sus efectos en el medio/largo plazo. Es por ello que hay que incidir en la profundidad de las reformas emprendidas y en el constante empeño del país en el cumplimiento de las obligaciones contraídas.

Sería conveniente además que Europa, para que España pueda repagar SU deuda, nos pudiese dar “aire” mediante recursos y una flexibilización política y económica que nos permitiese mantener o crecer nuestra capacidad de generación de recursos, clave para este repago.

Es una cuestión de confianza: QUEREMOS CUMPLIR y necesitamos de SU confianza para mantener o crecer el PIB, nuestra actividad, generación empleo, capacidad de repago, ... y para que ellos a partir de estos datos a futuro puedan seguir aumentando su confianza en nosotros. Está claro que:

SIN CONFIANZA, entre todos los países, NO HABRÁ PROYECTO EUROPEO COMÚN.


No quiero terminar sin dar un mensaje de esperanza. Debemos todos los europeos creer más en las bondades del proyecto común. Una muestra de las grandes posibilidades que tenemos y podemos llegar a tener la podemos encontrar en los JJOO de Londres: la UE ha sido la 1a. Potencia Mundial. En el terreno económico también podríamos realizar paralelismos parecidos.

Imagínense ustedes de lo que podríamos llegar a ser, el día en que los europeos creyéramos MÁS en lo que somos y MENOS en lo que dicen que somos.




sábado, 11 de agosto de 2012

¿ Bajar los salarios es la solución ?




el dinero que se podrá pagar 'en efectivo' estará limitado



La Organización Internacional del Trabajo (OIT) dependiente de la ONU ha advertido al Banco Central Europeo (BCE) que reducir los salarios para impulsar la competitividad, aumentar exportaciones y crecimiento del PIB (y reducir la desocupación) puede tener el efecto contrario y dañar el crecimiento económico, ya que a su vez reduce el consumo doméstico.

"Cualquier caída en los salarios reduce el consumo doméstico más que incrementa las exportaciones y la inversión, lo cual tiene un efecto negativo en el crecimiento económico en el país”, ha afirmado Patrick Belser, economista sénior de la división de Condiciones de Trabajo y Ocupación de la OIT y editor del informe global sobre salarios. Así mismo, la OIT también ha avisado que intentar recuperar la competitividad a través de menores costes unitarios laborales (reduciendo salarios o dejando que la productividad crezca más rápido que los salarios) es "insostenible globalmente". 

Por su parte, el Banco Central Europeo seguramente piensa lo contrario, que rebajar salarios supone una devaluación competitiva (ahora que no tenemos moneda propia) que puede conllevar efectos positivos en la economía española en el medio/largo plazo.

Seguramente ambas tesis pueden ser consideradas como correctas dependiendo del tiempo de aplicación y de las condiciones existentes en cada momento.

Una economía puede crecer por aumento de consumo, por aumento de inversión, por aumento de gasto público o por aumento de las exportaciones por encima de lo que sucede en las importaciones.

En la actualidad y en el medio plazo, no parece que se pueda estimular demasiado tanto la inversión como las exportaciones dado el entorno de desconfianza empresarial, falta de acceso al capital y de un entorno dinamizador de las actividades empresariales (legislación emprendedores por ejemplo).

Por otra parte, durante muchos años es muy probable que el gasto público no pueda aumentar dada la dificultad de financiación del déficit y deuda pública y la necesidad de reducción.

Así pues, no nos queda otra que confiar en un mejor comportamiento del consumo privado para mantener el crecimiento económico en el país. No nos queda otra opción que apoyar el consumo privado ya sea manteniendo salarios (y capacidad de consumo) como construyendo un entorno de mayor confianza económica para nuestros conciudadanos.

Entiendo la tesis del BCE, aunque no comparto la idea de que estas políticas de oferta no son fáciles de instrumentar en entornos de bonanza económica y que es mejor realizarlas en entornos de crisis aunque tengan consecuencias negativas a corto/medio plazo.

Estamos en una situación económica completamente anormal, donde se está cuestionando incluso a la propia Unión Europea, el marco de convivencia pacífica de nuestro continente o el propio sistema capitalista. Estamos ante la necesidad de abordar todos los problemas con las soluciones más precisas e idóneas para cada momento y situación.

Creo que la población está suficientemente preparada para realizar los esfuerzos necesarios cuando sea necesario, sean momentos malos o menos malos. Es por ello que quizás sería prudente que la devaluación competitiva se produjera en el medio/largo plazo, mediante un mejor comportamiento de la productividad respecto a salarios y no por ahora mediante una política de reducción directa de salarios nominales.

No sé cómo se puede gestionar esta petición del BCE ante nuestra dependencia financiera como país. Seguramente es difícil pero quizás se pueden promover compromisos a futuro para cuando esté implantada la Unión Económica, Fiscal, Política, Monetaria y Bancaria Europea.

Siempre pero quedarán grandes dudas. ¿Hasta cuánto los españoles se deberán rebajar el sueldo para ser iguales de competitivos que los países emergentes? ¿No sería mejor coordinar esta reducción de los costes laborales unitarios con otras medidas de oferta como mejora de la competitividad de las empresas españolas vía mejora de los sistemas y tecnologías de la información, mejora de la I+D+i y de la formación, mejora de las condiciones jurídicas, laborales, fiscales y económicas para emprendedores,…?