lunes, 24 de septiembre de 2012

La Eurozona (UEM) y cómo llegar a ser un zona monetaria óptima





Tradicionalmente, la política cambiara ha sido utilizada por los países en momentos delicados para promover el crecimiento económico: un país podía devaluar su moneda para abaratar sus productos respecto a otros países y así promover un crecimiento de las ventas de sus empresas en el exterior (exportaciones). Asimismo, con la devaluación, al encarecerse los productos exteriores respecto a los interiores, se produce una reducción de lo que se compra en el exterior (importaciones).  La conjunción de ambos efectos permitía un crecimiento del país derivado de una mejora notable de la balanza comercial.


Pues bien, R. Mundell en 1961 realizó un modelo económico que consideraba que la ausencia de política monetaria y cambiara de los países o regiones y la presencia de una política monetaria global (a través de tipos de interés) podían provocar shocks asimétricos que socavasen la economía real al no poder estar suficientemente bien ajustada la política monetaria global a las situaciones concretas de cada una de las regiones de la zona.


En este modelo estimó que puede existir una zona monetaria óptima (ZMO), donde se maximice la eficiencia económica compartiendo a la vez una única divisa en todo el territorio. Para ello debe existir:  

-          Una elevada apertura comercial entre los países de la zona

-          Una movilidad elevada de los factores (capital y trabajo) que permita responder a las perturbaciones asimétricas entre los países dentro de la zona

-          Alto grado de diversificación que permita minimizar la posibilidad de shocks asimétricos (o  alteraciones repentinas en la economía que causan efectos de sentido contrario en distintas zonas)

-          La existencia de un mecanismo automático de transferencia fiscal, que distribuya el dinero a las áreas menos desarrolladas.

-          Los países partícipes deben tener ciclos económicos similares, lo cual permite a los bancos centrales mediante la política monetaria conseguir su objetivo de control de la inflación con un crecimiento razonable en toda la zona


Recientemente, en el caso de la Eurozona parece que siguiendo a Mundell se han producido graves shocks asimétricos que aconsejan intentar llegar a ser una zona monetaria óptima (ZMO), antes de considerar la vuelta a un sistema de tipos de cambio flexibles. 

Para ello, teniendo en cuenta los criterios señalados, se debería conseguir:

1.      Unión Bancaria que permita el control de la solvencia y liquidez de las entidades financieras a nivel europeo y promueva la movilidad elevada del capital (requisitos legales, unificación de criterios,…)

2.      Una elevada movilidad laboral, eliminando diferencias legales, laborales, culturales/idiomáticas, institucionales,… entre países.

3.      Flexibilidad de precios y salarios para que las fuerzas de mercado de demanda y oferta distribuyan automáticamente el dinero, la producción y los productos allí donde sean necesitados rápidamente.

4.      Políticas estratégicas de crecimiento diversificado en el largo plazo que promuevan un alto grado de diversificación de todas las regiones y permitan una minimización de los shocks asimétricos

5.      Unión Fiscal que distribuya el dinero donde más se necesita y ayude a controlar a los países menos desarrollados en la elaboración y concreción de las cuentas públicas

6.      Unión Política que ayude a la consecución de lo anterior y tenga suficiente empoderamiento para poder tomar decisiones con la mayor rapidez y eficacia posible


Existen poderosas razones para avanzar en el proyecto europeo. Primero porque ya existe una zona monetaria óptima que funciona y ha funcionado razonablemente bien (EEUU). Y segundo porque en el mundo globalizado actual donde el poder económico está basculando de occidente a oriente y de norte a sur es importante tener una fuerza política y económica superior (al pertenecer a un área económica mayor) a la que se tendría si cada país actuara en solitario (en caso de disolución de la Unión Europea y vuelta al sistema de tipos de cambio flexibles).  


viernes, 21 de septiembre de 2012

Hay mucho en juego (II)





En el año 1957, después de observarse los efectos negativos de la 2ª Guerra Mundial (en términos económicos y políticos), se empezó la construcción europea mediante la firma del Tratado De Roma. En ese Tratado, seis países europeos (Alemania Occidental, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Francia e Italia) se comprometieron a avanzar en la cooperación económica, política y social en el marco de la Comunidad Económica Europea.

Han pasado muchos años desde entonces en los que se ha profundizado en el proceso de integración europeo mediante relevantes hitos:

- Creación de la Unión Europea (Maastrich 1986). Adhesión de España y Portugal. Las novedades más importantes introducidas en Maastrich fueron:

  • Libre circulación de personas
  • Libre circulación de capitales
  • Establecimiento de una Unión Económica y Monetaria para los países que lograsen cumplir con unos programas de convergencia económica, con divisa única y un banco central europeo
  • Establecimiento de una política exterior y de seguridad común
  • Desarrollo de una estrecha cooperación: en el ámbito de la justicia y de los asuntos interiores
  • Principio de subsidiariedad: la Comunidad puede intervenir cuando y sólo en la medida en que los Estados miembros no pueden alcanzar sus objetivos de forma plena

- Se señalaron en los programas de convergencia económica una serie de objetivos para cada uno de los países, que las autoridades europeas siguen teniendo en mente en la actualidad para evaluar la situación diferencial de cada país (donde está y donde debería estar) : 

1. Tasa de inflación no podía superar en más de un punto y medio del promedio mínimo de la inflación de los tres países con menor inflación

2. Tipo de interés nominal a largo plazo de la deuda pública no podía sobrepasar más de 2 puntos el promedio de los tres países con un interés más bajo

3. Déficit Público (Gobierno Central y Gobiernos Locales) no podía superior al 3 % del PIB

4. Deuda Pública no podía sobrepasar el 60 % del Producto Nacional.


- En 1999 once países europeos entraron a formar parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM)

- En 1996 se firmó el Pacto de la Estabilidad y de Crecimiento para facilitar y mantener la la Unión Económica y Monetaria (UEM) a través de varias medidas entre las que se incluía que el Déficit Público (Gobierno Central y Gobiernos Locales) no podía superior al 3 % del PIB y que la Deuda Pública nacional no podía sobrepasar el 60 % del Producto Nacional. Lamentablemente en 2003 y 2004 los países relajaron su compromiso en el objetivo fijado, uno de los orígenes de la actual crisis de deuda pública.


Así pues, para llegar a tener una Unión Económica y Monetaria de iure debieron pasar 29 años y para tenerla de facto pasaron otros 13 años.

La reciente crisis de la Eurozona ha puesto de manifiesto carencias de la UEM actual y la necesidad de acometer reformas de calado.

Es por ello que estamos entrando en un nuevo hito en la construcción europea: se requiere de un nuevo Tratado que sume a la UEM la Unión Política, la Unión Fiscal y la Unión Bancaria. Este hito no es uno más evidentemente. Requiere de muchos acuerdos y supone la culminación del proyecto europeo. Además supone la cesión de soberanía, competencias,… de los Estados Miembros a la UEM, lo cual lo hace extremadamente más complicado. 

Además este cambio se debe realizar en un momento extremadamente difícil, de decrecimiento económico y elevado desempleo para numerosos países de la Unión, y con unas cuentas públicas y deuda que no pasan por su mejor momento.

Estos factores (cesión de soberanía, situación económica y cuentas públicas actuales) dificultan las negociaciones, llegar a consensos y tomar decisiones de alcance.

También son ciertas además dos cosas:

-        Que se echa en falta liderazgo político y voluntad para avanzar lo más rápido que sea posible y confianza entre las partes

-         No parece sensato pedir prisas en la elaboración de este nuevo hito, toda vez que los acuerdos precedentes tardaron muchísimos años y que este cambio todavía es mucho más profundo y ambicioso que el anterior, con lo que será difícil llegar a acuerdos con celeridad.


Así pues, tanto la dificultad de consecución de este hito como el empeoramiento de los indicadores adelantados de actividad de todo el mundo (que pronosticaban una traslación del mal momento económico de la Eurozona a todo el mundo), han conllevado que las autoridades monetarias de los más importantes bancos centrales globales (USA, China y Japón) hayan tenido que inyectar liquidez en la economía en apoyo de la actividad económica. 

Al mismo tiempo, dentro de lo que se podría suponer una acción coordinada, el BCE ha trasladado su intención de compra de deuda soberana para relajar los tipos de interés que deben pagar los países periféricos. La única diferencia observada con los anteriores bancos centrales es que drenará la liquidez generada para seguir controlando su objetivo de inflación.

Estas acciones de los Bancos Centrales supone la compra de más tiempo y tranquilidad para efectuar las reformas y cambios que sean precisos.

En el caso de España, numerosas veces el BCE ha manifestado que para ayudar a la relajación de los tipos de interés mediante compra de deuda soberana era necesaria la petición de rescate (o como se le quiera llamar). Parece que esta petición puede estar condicionada al compromiso de realización de una serie de reformas estructurales (a realizar cuando se considere oportuno).

Esta petición de rescate (y compromiso de realización de una serie de reformas estructurales) podría conllevar varias cosas:

-       Relajación de las primas de riesgo

-      Mejoras en las condiciones de financiación de los países periféricos, tanto de la actividad pública como privada, con lo que la actividad económica en estos países podría aumentar por este efecto

-        Obligación de efectuar reformas estructurales que a corto plazo podrían tener efectos negativos  en la actividad económica pero que sería de esperar que a largo plazo fuesen beneficiosas

-         Mayor confianza entre países, dirigentes y gobernantes europeos. La confianza se fundamenta en compromisos, cumplimiento de los compromisos, hechos en definitiva.

Asimismo podría crear las condiciones para:

-      Posible relajación del objetivo de inflación por parte del BCE (y de Alemania) para permitir un mayor crecimiento económico en la Eurozona y corregir los desequilibrios nacionales existentes.

-      Posible creación de un Plan de Crecimiento Económico, del cual en el pasado se ha hablado pero que todavía no se ha concretado nada.

Todas estas medidas contribuirían a relajar condiciones y presiones de calendario y así las autoridades europeas tendrían suficiente tranquilidad y tiempo para poder tratar y negociar el nuevo tratado. 


Según mi opinión, el pensar que el hito al que se enfrenta a Europa es muy difícil de conseguir o que los tiempos que corren no son nada buenos para realizar estos cambios tan profundos, no debería servir como excusa para realizar todos los pasos de la forma más rápida que sea posible. 

¿Porqué se deben realizar de forma rápida? Por tres razones: 

- Cada vez que se retrasan las decisiones, el proceso cada vez es más caro (en forma de primas de riesgo y costes de financiación) 

- Cada vez requiere de más medidas (medidas no ortodoxas como aumento de la liquidez, compra deuda,...) que cada vez tienen una menor efectividad, menor duración de sus efectos y mayor coste acumulado 

- Este aumento de la liquidez mundial de forma reiterada está aumentando el riesgo de inflación en recursos naturales, alimentos,... en cuanto se recupere la actividad económica, con lo cual cada vez va aumentando la posible virulencia de la siguiente crisis que pueda venir. Con la gravedad que ésta crisis podría ser de incapacidad de compra en bienes necesarios de consumo básico, al ser sus precios demasiado elevados con respecto al poder de compra de los ciudadanos. Grave, no, gravísimo.

Es necesario pues que se empiecen a tomar decisiones en la mayor brevedad posible, ya sean a nivel nacional (por ejemplo en España con la petición del rescate) como a nivel internacional.

En España, con todos los respetos, parece increíble que haya quien crea que se está parando todo este proceso global por unas elecciones en Galicia, en las que incluso el PP puede obtener un resultado mediocre. Sinceramente, no me parece posible que sea esa la razón, sería demasiada irresponsabilidad y manifestaría una incapacidad sencillamente intolerable.  

Por favor, tomen las decisiones YA. 

HAY MUCHO EN JUEGO.



lunes, 17 de septiembre de 2012

Hay mucho en juego







Recientemente hemos tenido la visita del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Jean Claude Trichet, que ha venido a España para intentarnos ayudar en nuestra problemática actual en la Eurozona.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención de sus declaraciones ha sido que consideraba que era una "paradoja" que la eurozona estuviera en estos momentos en el "epicentro de la economía global" dado que consideraba que se encontraba en mucha mejor situación que la mayoría de las economías avanzadas. En concreto, se refirió a que la UEM estaba mucho mejor en déficit público y deuda pública respecto a PIB que USA y Japón.
Estos datos que dio naturalmente son ciertos.
Trichet consideró que la UEM como un TODO estaba en una buena situación relativa, no así algunos países de la UE. Conminó al liderazgo en todas las economías europeas para realizar las reformas necesarias con la mayor rapidez posible.
Personalmente añadiría que, en relación a la UEM como un TODO, hay otros datos que también son importantes (no sólo son relevantes los datos a largo plazo de las cuentas públicas).

2012
España
Alemania
UEM
USA
China
Japon







Crecimiento PIB
-1,40%
0,62%
-0,30%
2,10%
7,80%
2,40%
Déficit Público / PIB
7,00%
0,70%
3,20%
8,20%
1,30%
9,90%
Deuda Pública / PIB
90,30%
82,20%
91,40%
106,70%
22,00%
234,50%
Desempleo
24,90%
5,58%
11,20%
8,20%
4,00%
4,50%
Inflación interanual
2,10%
1,91%
2,30%
2,00%
3,00%
0,20%










Para que exista confianza en las economías, en su capacidad de generación de recursos y en su capacidad de devolución de deudas,… es necesario que las economías crezcan y generen empleo manteniendo controlados los precios.
Pues bien, a mí no me extraña demasiado que los inversores, hogares, empresas,… desconfíen de la UEM como un TODO porque ésta tiene estimado un decrecimiento del PIB en el 2012 (USA, China y Japón con crecimientos estimados) y crecimientos menores del PIB a medio plazo que los países citados. En desempleo también sucede lo mismo.
Ello se produce en un entorno que la inflación es contenida en casi todos los países (no van mucho más allá del 2%).

Así pues, el argumento de que la UEM como un TODO está en una buena situación quizás es demasiado optimista. Recordemos dos aspectos:
-          Está lejos de las cifras sostenibles a largo plazo para la Deuda Pública respecto a PIB (60%)
-          Falta una aceleración de la actividad, crecimiento y empleo en la Eurozona


Según mi opinión, a la luz de los datos comentados, es necesario que se combinen cuatro aspectos:
-          Las reformas públicas y privadas necesarias para el crecimiento futuro en el largo plazo en la UEM
-          Estímulo de la actividad económica y del empleo en el corto plazo
-          Confianza entre los países y sus dirigentes
-          Liderazgo efectivo de los dirigentes

Las actuaciones o promesas de actuaciones de los más importantes bancos centrales globales han permitido comprar un tiempo fabuloso. Lamentablemente, este tiempo comprado sale MUY CARO. Es por ello que, coincido con el Sr. Trichet, en que no se debe malgastar este tiempo y recursos y que, por tanto, todas las actuaciones públicas o privadas, nacionales o internacionales deben ser realizadas RÁPIDAMENTE

Son momentos donde deben aparecer los grandes dirigentes, los grandes líderes. Y donde la mejor diplomacia debe salir a la luz. Espero que TODOS estén a la altura de las circunstancias. HAY MUCHO EN JUEGO. 




jueves, 6 de septiembre de 2012

Por un Gobierno Español con criterio propio








Tradicionalmente el sector bancario ha sido importante para un país, ya que al realizar de intermediario financiero, ha impulsado la actividad económica y el empleo a través de la financiación al sector público, empresas y familias.

En la actualidad, parece que el sector financiero no está ejerciendo propiamente su papel puesto que está financiando básicamente al sector público (ha aumentado su financiación desde 2009 en 368.000 M de euros), el cual además está reduciendo su empleo, en detrimento de las familias y empresas (ha disminuido su deuda en 152.000 M de euros). Es lo que se llama efecto crowding-out, o efecto por el cual el sector público ha desplazado al sector privado en la financiación de su actividad, lo cual ha conllevado inexorablemente a una menor actividad y a una destrucción pronunciada en el empleo.

Dada esa importancia tradicional que comentaba de la intermediación financiera del sector bancario, según mi opinión, es completamente necesaria en estos momentos la realización de todas las reformas sectoriales que sean necesarias para que los bancos puedan volver a ser transmisores de la liquidez que en cada momento el BCE vaya introduciendo en el sistema para así poder reactivar la actividad económica y el empleo.

Ahora bien, en el pasado, las entidades financieras han cometido errores de apreciación de bulto en su afán por obtener resultados de corto/medio plazo. Hemos visto cómo no han sabido discernir en el tiempo qué era bueno y qué era malo para sus corporaciones. Es por ello que a mí me surgen ciertas dudas sobre si debemos confiar como país estrictamente en su criterio a la hora de realizar las reformas estructurales y sectoriales.


Con respecto a las reformas estructurales, creo que hay que destacar que:

-  No se realizaron en su momento las políticas de oferta cuando se necesitaban (en 2009, con la disminución de ventas de las empresas, la única vía para no haber destruido tanto empleo y empresas era mediante unos costes de despido más bajos)

-  Las reformas estructurales realizadas hasta el momento han tenido en el corto y medio plazo un efecto completamente contrario al deseado (destrucción de empleo y actividad)

-  Cuando se han realizado estas reformas, la mayor parte de las empresas menos los bancos ya habían ajustado sus plantillas.

Numerosos economistas defienden que las políticas de oferta y reformas estructurales se suelen realizar en los contextos más negativos puesto que si se hace en situaciones de expansión la ciudadanía no entendería estos esfuerzos. Personalmente, estoy en contra de esto. Tenemos una ciudadanía completamente preparada para responder positivamente a las reformas estructurales que sean consideradas necesarias en cada momento, ya sea en crisis o en expansión.

Es por ello que personalmente hubiese esperado a realizar todas estas reformas en un momento de ciclo mejor. Seguramente, hubiera existido una menor destrucción del empleo, aunque quizás no se habrían beneficiado o no se podrían beneficiar de esas reformas las entidades financieras como lo están haciendo. 

Adicionalmente, creo que se debía haber diferenciado sectorialmente el coste del despido: no puede costar lo mismo el coste de despido de una empresa industrial pesada que el de una empresa de servicios.

Una disminución del coste de despido favorece la flexibilidad de las empresas para ajustar sus costes fijos ante caídas bruscas de sus ingresos.

Pues bien, en una empresa industrial los costes fijos son elevadísimos y los pocos que se pueden reducir son los costes salariales. Los márgenes de este tipo de empresas son reducidos. En el caso extremo de una reducción de los ingresos de un 40%, la plantilla debe reducirse drásticamente. Si el coste del despido es elevado pueden suceder dos cosas:

- Que no se pueda despedir a la plantilla necesaria por el alto coste del despido lo cual conllevaría quizás al cierre de la empresa al ser las pérdidas muy abultadas

- Que se tengan que afrontar altos costes por despido que conlleven pérdidas abultadas que amenacen la viabilidad de las empresas.

En las empresas de servicios, los costes fijos son mínimos y por ello no son tan relevantes los efectos del coste del despido. Si se reducen los ingresos bruscamente también lo pueden hacer los costes variables (la mayor parte de los costes). Por tanto, en este caso el coste de despido podría ser mayor.

Ello supone un agravio comparativo importante entre empresas (industriales respecto a las de servicios) y una penalización sectorial innecesaria para los trabajadores de las empresas de servicios (coste de despido menor de lo que debería ser -bancos también claro-).

Hay que tener en cuenta también que, si bien los bancos son una importante fuente de transmisión de liquidez para activar la economía, se trata de una industria que se encuentra en plena reconversión derivada de la introducción de las diferentes innovaciones existentes (banca online,...).

Es un sector donde en el futuro será difícil destacar vía diferenciación en productos y servicios (acrecentado con la estandarización tecnológica) y donde la única vía para la competitividad en el largo plazo será la diferenciación en costes.

Dado que los gastos de personal y oficinas son muy importantes en sus cuentas de resultados, parece inevitable una reducción drástica de ambas partidas y más teniendo en cuenta la demanda futura de sus clientes: existen estudios que indican que las generaciones futuras demandarán cada vez más los servicios online (en Alemania, por ejemplo, si en 2010 utilizaban la banca online un 35% de los clientes, para 2020 está estimado un 43%, para 2030 un 55%, para en 2040 un 68%, llegando al 84% en 2060).

Es por ello que hay que destacar en el momento actual que es una industria que será netamente destructora de mucho empleo en los próximos años.

Se habla mucho de no volver a crecer en sectores relacionados con el ladrillo pero pocas veces se habla de esta destrucción en el empleo en el sector financiero y en su papel futuro, aunque también es cierto que por otra parte este sector seguirá jugando un papel esencial en el impulso de la financiación de la actividad económica.


En relación a las reformas sectoriales, en mi opinión el Gobierno Español debería:

- Aprovechar el apoyo al sector bancario para exigirle la financiación de aquellas actividades que generen valor en el largo plazo siguiendo las directrices estratégicas europeas.

- Velar por la propia supervivencia en el largo plazo de estas entidades financieras (dadas las experiencias pasadas negativas), por el desapalancamiento del sector y por el desapalancamiento del total del sistema (puesto que al final de todo quien está garantizando gran parte de ello es el propio Reino de España). En este contexto, no se entiende cómo se puede llegar a permitir un aumento del apalancamiento del sistema a través del banco malo, puesto que aumenta el apalancamiento global, su coste y la viabilidad de su retorno. No se deberían permitir pagos a los bancos mediante instrumentos de deuda pública ya que permiten apalancar más a entidades y conjunto del sistema.


Finalmente, hay un aspecto que me parece relevante destacar con respecto al poder de las grandes entidades financieras del país en las sucesivas reformas financieras que han acabado en la creación del banco malosu posible participación en él.  

Según mi opinión, este aspecto (de aprobarse así) es particularmente grave porque:

-  Se ha dado dinero público para financiar una actividad (banco malo), de la que luego se pueden beneficiar empresas privadas. No sé hasta qué punto Europa participará de esta intención: dinero público europeo para financiar una actividad de la que saldrán beneficiados bancos privados españoles.

-  Ya se han dado ayudas a bancos que luego son o pueden ser adquiridos por estos principales bancos del país. Ya previamente han salido beneficiados y quizás también en el futuro.

-  A 15 años estas participaciones en el banco malo proporcionarán grandes beneficios (el plazo es muy elevado) y quizás es demasiado premio acumulado a lo realizado.

-  Puede ser que haya quien diga que existe conflicto de intereses, puesto se puede considerar que esta decisión se ha producido como contraprestación de anteriores servicios prestados (compra de deuda pública española con asistencia del BCE; este aspecto ha sido creado en Europa y, según mi opinión, por ello allí se debe enmendar).


Personalmente creo que el Gobierno debería valorar seriamente la conveniencia de esa participación en el banco malo de las principales entidades financieras del país.

Todo y eso, si finalmente se decide así, como mínimo el Gobierno debería incluir algunos condicionantes para el bien del país y de Europa, que bien podrían ser el mantenimiento de un % del empleo en Europa en los próximos 15 años y la obligación de reinversión de los beneficios futuros del banco malo en la UEM, de donde precisamente salen los fondos.

El Gobierno tiene poderosas razones para introducir condicionantes (ayudas de la UEM, beneficios futuros elevados del banco malo, evolución estratégica sectorial destructivo en empleo futuro, ayudas dadas a bancos que pueden acabar en la órbita de los mayores bancos del país y las que se darán, menores costes de despido ahora y del que correspondería sectorialmente,...) y conviene que lo haga. Por el bien de los españoles y de los europeos. Qué menos !!