domingo, 10 de junio de 2012

MÁS EUROPA: Momentos de responsabilidad y alturas de miras


Ante el rescate bancario europeo presentado ayer y del que se van esbozando a cuenta gotas sus términos, lo primero que me sale de dentro es pedir un poco de respeto a los ciudadanos españoles mediante una mayor transparencia sobre el acuerdo alcanzado. Entiendo que el Gobierno está teniendo un cierto miedo a los efectos de conocer toda la verdad por parte de todos los españoles, pero lo cierto es que hoy estamos mucho más seguros que ayer y que somos capaces de entenderlo y valorarlo. La no transparencia contribuye a la desconfianza y ello no es bueno para ir reduciendo la incertidumbre.  

Esta transparencia debería incluir por ejemplo si la ayuda europea es en forma de línea de crédito (Rajoy) o préstamo (De Guindos) y sobre todo a qué plazo. Éste debería ser lo suficientemente amplio como para los bancos lo pudieran repagar con normalidad. Personalmente, indicaría un plazo que disipase las dudas del repago por parte de los bancos y por ende de España (un plazo de 30/40 años las disiparía completamente). 

También se debería explicar qué es el fondo que va a recibir las ayudas y que va repartirlas a las entidades financieras. El FROB es un fondo creado con el objetivo de reforzar los fondos propios de las entidades financieras y gestionar íntegramente los procesos de restructuración del sistema financiero español. Cuando se creó se consideró que no le eran de aplicación las leyes que rigen la organización y funcionamiento de la Administración del Estado, no estaba sujeto al régimen presupuestario, control de gestión de los Organismos Públicos o vinculados al estado y sólo debía cumplir las normas de fiscalización del Tribunal de cuentas. Su patrimonio no estaba sujeto a la Ley de las administraciones públicas. Sería relevante pues saber si este dinero prestado al FROB, fondo semipúblico o semiprivado según como se mire, tendrá consideración de deuda pública en cómputos de ratios deuda pública / PIB o no, si tendrá condición de deuda digamos “fuera de balance” o no.

También es importante saber bajo qué fórmula se proporcionará el dinero a las entidades financieras. Si es en participaciones de capital, en teoría al no repartirse dividendos inicialmente, generaría un aumento del déficit público vía intereses de la deuda pero por otra parte ya se sería propietario de la entidad. Si es en bonos convertibles en acciones, el FROB cobraría intereses e incluso podría cobrar igual o más intereses a los bancos con lo que impacto en el déficit sería nulo o incluso positivo.  

En todo caso, como el garante último del dinero va a ser del Estado, según mi opinión, a la hora de decidir la cantidad habrá de tenerse en cuenta los peores escenarios posibles y la situación que pudieran llegar a tener todas las entidades, puesto que de producirse un deterioro mayor a esa cantidad lamentablemente se podría trasladar el stress desde las entidades financieras al propio Estado, lo cual podría provocar un automático proceso de rescate español. Escenario que si se hacen las cosas bien, es previsible que no llegue ni de lejos.

Puede darse el caso que, habiendo esta ayuda concedida, los bancos españoles vean cómo recuperan su financiación (vía acciones o vía deuda) y que el importe final sea menor. Si es así, bienvenido sea, pero hay que ser muy cauto y conservador en las estimaciones. Más vale pecar por mucho, y salir más rápido, que quedarnos cortos.

Dicho esto, personalmente creo que, en la actualidad, los ciudadanos y también los políticos, debemos hacer todos un gran ejercicio de responsabilidad. Primero, teniendo tranquilidad ante la situación (los bancos españoles no han tenido una situación mejor en los últimos cuatro años y hay colchón más que suficiente). Y segundo, reconstruyendo TODOS JUNTOS la situación (Pactos de Estado incluidos) y cambiando TOTALMENTE el país, su MODELO ECONÓMICO, fortaleciendo los valores correctos y penalizando contundentemente los incorrectos.

El rescate europeo de ayer puede ser el inicio de la mejora de las perspectivas de la economía española puesto que puede abrir la financiación de la deuda pública a precios razonables y repagables y puede mejorar la financiación de las empresas españolas en los mercados internacionales (acciones y deuda). Y ello, según como se haga, se podría realizar sin generar mayor déficit público e incluso con algún que otro beneficio, dependiendo del plazo y cómo evolucionen las entidades y activos. Además, los bancos volverán a ser transmisores a la sociedad de la liquidez que proporcione el Banco Central Europeo, con lo que es previsible que a medio plazo se recupere el crédito para familias y empresas. 

Es indudable además que se trata de un paso a MÁS EUROPA.

Según mi opinión, este camino hacia una mayor integración también hubiera sido recorrido de no haber habido el rescate: económicamente no es viable una unión monetaria sin una unión fiscal y una unión política. Hay muchos elementos que soportan esta argumentación. Por ejemplo, la divergencia de tasas fiscales entre países de la UEM hace que empresas y particulares jueguen a pagar los menores impuestos posibles en una zona con una única moneda (al no existir riesgo de tipo de cambio, compran y venden en los países donde les sale más a cuenta y más en un mundo tan interconectado vía web, declaran beneficios/ingresos donde la tributación es menor,etc...), lo cual hace recaudar mucho menos a la UEM en GLOBAL (especialmente grave para la financiación del gasto público en una Europa envejecida y con servicios sanitarios elevados derivados del Estado del Bienestar). O unión política que favorecería la toma de decisiones óptima para todos y no sólo para algunos países (qué decir sobre ello, sobran los ejemplos). .

Seguramente, este + EUROPA implicará a corto y medio plazo algunos sacrificios para España pero estoy convencido que gracias a ello, dentro de 20 años, España estará en una mucho mejor situación que la que vivimos ahora; de la misma forma, que España hoy está mucho mejor que cuando se instrumentó la unión monetaria europea allá por los años 90s. Hay que tener altura de miras para visualizar esta gran oportunidad.

Dada la situación a la que hemos llegado lamentablemente, que sea bienvenido el rescate y ojala podamos ver MUY PRONTO los Estados Unidos de Europa. Es lo mejor para España y para Europa. 


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