jueves, 23 de agosto de 2012

El repago de la deuda española: una cuestión de confianza.





En cualquier refinanciación que se realiza, el objetivo básico es que el deudor pueda llegar a pagar sus deudas.

Para ello, los acreedores suelen dar facilidades crediticias adicionales a las ya existentes. Éstas pueden llegar a ser: mayores plazos de pago de la deuda, menores intereses y carga financiera e incluso en algunos casos una mayor aportación de dinero para dar “aire” en el corto/medio plazo al deudor para que pueda repagar TODO en el largo plazo mediante su generación de recursos.

Las refinanciaciones son concedidas únicamente en el caso de que los acreedores creen que el deudor puede llegar a pagar. Sino no. Así de sencillo.

Y para que el deudor pueda repagar es necesario que pueda generar los ingresos necesarios para ello.

Pues bien, el otro día me preguntaba un amigo que trabaja en banca:

¿Cómo esperan los países del Norte de Europa que España pueda repagar sus deudas, si, con las políticas de austeridad, la generación de recursos es menor y además la factura cada vez es mayor (nuestras deudas no disminuyen apenas y va aumentando nuestra carga financiera al comprar los bancos deuda pública y BCE financiar por ello a bancos, sumando intereses cada vez-)?

Según mi opinión, para que España pueda devolver lo prestado es completamente necesario:

-   Declarar completamente el importe del coste del desaguisado (banco malo-inyecciones de capital necesarias). Objetivo: generación de confianza y reducción de la factura (cualquier parche es más caro)  

-   Que se recapitalicen directamente con capital público las entidades financieras para cumplir con los requisitos de capital de Basilea III. Objetivo: estabilizar el sistema financiero.  

-   Que NO se recapitalicen con deuda pública y NO utilización de ésta como colateral ante el BCE para no aumentar ni costes financieros ni apalancamiento del sistema. Objetivo: NO hacer la factura más grande

-   Resolver el problema creado mediante la “brillante” idea de que bancos compren deuda pública con la asistencia del BCE, que sólo ha hecho aumentar los costes financieros y la interdependencia del Estado y la banca española. Objetivo: reducir la factura

-   Que los accionistas y acreedores de las entidades financieras asuman el coste mediante la dilución correspondiente. Objetivo: reducir la factura pública

-   Alargar plazos de repago. Objetivo: facilitar el repago con la generación de recursos de más años

-   Renegociar tipos de interés. Objetivo: reducir la factura 

-   Atemperar en el tiempo las reformas y políticas de oferta, con el objetivo de reactivar el consumo interno, clave para el mantenimiento del PIB (es difícil que la inversión y el gasto público crezca en períodos de desapalancamiento o que también lo haga mucho la exportación con el tejido empresarial actual vía devaluación competitiva con disminución de los salarios nominales). Objetivo: generación de recursos mayor

-   Introducir planes europeos de estímulo de actividades (energías renovables en red, internet, turismo, ley de emprendedores,favorecer el cambio las pymes,...), adoptando para España otro tipo de patrón de crecimiento (desligado del ladrillo) y consecuente con las estrategias de crecimiento europeo a largo plazo. Objetivo: generación de recursos sostenible mayor


Tenemos que ser conscientes de que cualquier atajo o parche hasta el momento ha ido peor y que no parece que ocultar la realidad haya servido o vaya a servir para nada. Al revés, nos ha ido en contra.

Por otra parte, creo que deberíamos hacer valer que los esfuerzos que ha hecho España hasta el momento han sido MUY elevados.

Seguramente, Europa todavía no lo puede percibir ya que la mayor parte de las medidas tomadas tienen sus efectos en el medio/largo plazo. Es por ello que hay que incidir en la profundidad de las reformas emprendidas y en el constante empeño del país en el cumplimiento de las obligaciones contraídas.

Sería conveniente además que Europa, para que España pueda repagar SU deuda, nos pudiese dar “aire” mediante recursos y una flexibilización política y económica que nos permitiese mantener o crecer nuestra capacidad de generación de recursos, clave para este repago.

Es una cuestión de confianza: QUEREMOS CUMPLIR y necesitamos de SU confianza para mantener o crecer el PIB, nuestra actividad, generación empleo, capacidad de repago, ... y para que ellos a partir de estos datos a futuro puedan seguir aumentando su confianza en nosotros. Está claro que:

SIN CONFIANZA, entre todos los países, NO HABRÁ PROYECTO EUROPEO COMÚN.


No quiero terminar sin dar un mensaje de esperanza. Debemos todos los europeos creer más en las bondades del proyecto común. Una muestra de las grandes posibilidades que tenemos y podemos llegar a tener la podemos encontrar en los JJOO de Londres: la UE ha sido la 1a. Potencia Mundial. En el terreno económico también podríamos realizar paralelismos parecidos.

Imagínense ustedes de lo que podríamos llegar a ser, el día en que los europeos creyéramos MÁS en lo que somos y MENOS en lo que dicen que somos.




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